lunes, 22 de febrero de 2010

Vampire Academy


No bajes nunca la guardia…
Cuando el destino depende de ti.
Los dhampir no pueden enamorarse. Son exclusivamente guardianes y están obligados a protegerse continuamente de las mortales amenazas de los strigoi (los vampiros más violentos y peligrosos, los únicos que nunca mueren). Esto es un problema para Rose cuando descubre que su tutor en la Academia de vampiros va a ser Dimitri, por quien se siente más que atraída. El único rival a su medida es también el único que puede ayudarla a salvar a su mejor amiga…



Ya dije en el IMM en el que enseñé este libro que no me apetecía mucho un libro de vampiros por temor de llegar a mi punto de saturación (es que no son sólo libros, que también veo True Blood, The Vampire Diaries, Moonlight... y eso por no meterme en el apartado de las películas), pero hablaban tan bien de este libro por la blogosfera, que no pude resistirme.
Ahora que me lo he leído (o más bien devorado con ansia), sólo puedo decir una cosa...

Rose Rules!!!!

Bien, ahora que he dejado claro ese punto, podemos continuar con la reseña XD

Entretenido, ágil, divertido y atrapante en general. En realidad, no me di cuenta de este hecho mientras lo estaba leyendo, al pricipio pensé que sólo estaba bien... hasta que me di cuenta de que me lo había terminado en tan solo unas horas (horas que se supone debería haber dedicado al estudio).

¿Lo mejor? Podría decir que la historia, que aporta un puntito de originalidad al mundo vampírico con las diferentes clases de vampiros (los moroi, los dhampir y los strigoi... No os voy a describir sus diferencias, mejor que las descubrais), pero es que los personajes son... son... son sublimes. Empezando por Rose, que mola un cacho (y dos y tres). Sí, igual es poco serio describirlo así, pero es la verdad. Atrevida, alocada, valiente y muy divertida, es imposible resistirse a ella. Y si no que se lo digan a Dimitri.

Dimitrrrrrri... ¿Queréis un personaje por el que perder la cabeza? He aquí este pedazo de ruso a vuestra disposición.

– ¿Cuál es su nombre? – espetó Dimitri.
– Je-Jesse, señor. Jesse Zeklos, señor.
– Bien, señor Zeklos, ¿tiene usted permiso para estar en esta zona de dormitorios?
– No, señor.
– ¿Conoce usted las reglas de la institución sobre las relaciones entre chicos y chicas?
– Sí, señor.
– En tal caso, le sugiero que salga de aquí tan rápido como pueda antes de que se encuentre con alguien que le imponga su merecido castigo, y como vuelva a verle en algo así – Dimitri señaló con el dedo hacia mí, encogida y semidesnuda en el sofá – seré yo quien lo haga. Y va a dolerle. Mucho. ¿Lo ha entendido?
Jesse puso unos ojos como platos y tragó saliva, pero no soltó ni una sola de sus bravatas habituales, porque supongo que existía una diferencia entre la normalidad y estar en manos de ese tipo ruso, alto, enojado y capaz de hacerle pedacitos.

Por otro lado tenemos a Lissa, la completa contrapartida de Rose y que parece que le resulta insoportable a la mayoría de los lectores... Debo ser la única excepción, porque a mí me ha caído bien, es todo lo contrario a Rose (y no es tan cool como ella ni de lejos), pero oye, no está mal. El final me sorprendió (¿que esa es una strigoi? halaaaaaa... Sí, me sorprendo con facilidad), no me lo esperaba así y me dejó muy buen sabor de boca.

Poco más tengo que decir, a parte de que ya me desvivo por la segunda parte, Frostbite, que me parece que sale por estos lares en Abril. A esperar toca.

2 comentarios:

Iraya Martín dijo...

Jajajaja me alegro montonazo que te haya gustado. Opino igual que tú, al principio dices pseeee otro más pero luego te das cuenta que no puedes soltarlo.

Por cierto lo de Lissa en este libro no se nota, de hecho a mí no me caía mal hasta que continué leyendo la saga y sus pataletas empezaron a ofuscarme xD

Rogue Lily dijo...

Aaahhh ya decía yo que no entendía porqué todo el mundo le tenía esa tirria a la pobre Lissa jaja

Tengo ganas ya de saber quien es ese misterioso Adrian que por lo visto roba tantos corazones como Dimitri ^^