Especiales

Tally creía que solo eran un rumor, pero ahora es una de ellos... Ya hace mucho tiempo que Tally dejó de ser una imperfecta rebelde e indisciplinada. Por aquel entonces, ella aún creía que los especiales no eran más que un rumor siniestro y aterrador: de ellos se decía que eran veloces, atractivos y crueles como nadie. Irónicamente, el destino la ha llevado a convertirse en especial, y, tras someterse a la más sofisticada de las opercaiones quirúrgicas, ha recibido una misión: acabar con la resistencia...

Opinión (sin spoilers):

Por fin ha llegado el final de la trilogía de Scott Westerfeld y el regustillo que me ha dejado al terminarlo ha sido agridulce.

En Especiales nos encontramos a una Tally que, una vez más, acaba de salir de una operación, aunque esta vez la han convertido en una temible especial. Pero no una especial cualquiera, no, también forma parte de los cortadores, el grupo que Shay formaba en Perfección. Así, Tally y Shay vuelven a ser amigas (y, aparentemente, como si aquí no hubiera pasado nada) y volvemos a empezar sin saber muy bien que ha pasado en el lapso que separa el final del anterior y el comienzo de este. ¿La operación de especial también conlleva lesiones cerebrales? ¿Por qué necesitan hacerse cortes? Y sobre todo, ¿por qué conseguimos librarnos del "chispeante" sólo para toparnos con el "glacial"?

La historia empieza ya con acción: los cortadores tratan de atrapar a una joven del Nuevo Humo que está introduciendo pastillas en la ciudad cuando se encuentran con el mismísimo David y un grupo de rebeldes extraordinariamente bien equipados.

Aquí nos encontramos con el primer cambio apreciable tras la operación: Tally ya no es simplemente Tally, es SuperTally: sigilosa, rápida y mortal, además de equipada con los últimos juguetitos de Circunstancias Especiales (por no mencionar los múltiples tatuajes flash y los dientes lobunos), ya no es la que conocíamos. Y ese va a ser el juego en el que Scott Westerfeld nos mete durante buena parte del libro: ¿es así a causa de la operación? ¿O realmente quiere vengarse de todos aquellos a los que quiso ayudar en el pasado y esta nueva Tally es la verdadera? Porque Tally está harta de haberlo hecho todo mal y de que los que quería sufrieran por su culpa. Como Zane.

¿Y que ha sido de Zane? Muchas preguntas, pero todas se verán respondidas en la última parte de la trilogía de Westerfeld. Acción no le falta y consigue mantenerte alerta a todo lo que sucede desde el capítulo uno. ¿Como se resolverá todo? Si es que tiene solución, claro, porque las cosas no podían estar más enredadas.

Un final, como ya he dicho, un tanto agridulce, porque aunque todas las preguntas parecen tener su respuesta, puede ser que no encontréis la respuesta que esperabáis o la que más os guste. Eso es lo que me ha pasado a mí. Aunque todo es congruente y lógico, y, bien mirado, no podía acabar de otra manera, hay cosas que me hubiese gustado que acabasen de manera diferente. Pero que conste que me ha gustado, me ha gustado mucho y he disfrutado de su lectura tanto como de las dos partes anteriores.

Ojo, a partir de aquí hay spoilers:

Y es que este librito tiene algunos elementos de esos que te hacen estar pegado al libro y sonreir de vez en cuando pensando "que bien hecho está esto".

Hay cosas que me han encantado. Por ejemplo, la reaparición de Andrew Simpson Smith y el nuevo rol que ha tomado (aunque sea una aparición breve, me resultó muy interesante tanto en este libro como en el anterior). O las lesiones de los especiales: las que les hacen creerse superiores y despreciar, de manera literal e inevitable, a todo aquel que no sea especial. O la vida en la extravagante Diego. O ese enfrentamiento final entre Tally y Cable en la que esta cambia (aunque no sabría yo decir si a mejor...).

Lo peorcísimo: ¡Han matado a mi pobre Zane-la! No tienes corazón, Scott, ¿cómo me haces esto? Sí, era Team Zane, así que esto me ha destrozado, más aún porque tiene una muerte de lo más sosa (ya que te lo cargas, haz que sea un pelín más épico, ¿no?). Pues no, aparte de mostrarlo durante todo el libro como un pelele (lógico por otro lado, porque le vemos a través de los ojos especiales de Tally) va y se lo carga así sin más, porque no había nadie cerca. ¡Pluf! Muerto. Pues vaya.

Y la pobre Tally hecha polvo y convencidísima de que todos los males del mundo son culpa suya (que también es verdad que siempre que intenta hacer algo bien la caga de mala manera... Pero no tiene la culpa, tiene mala suerte... Me recuerda a otra que también metía la pata hasta el fondo cada vez que intentaba hacer cualquier acto bueno...).

A pesar de todo, el final, si bien no es feliz "y comieron perdices", me ha gustado mucho. Tally se reprograma ella solita por enésima vez, y tras cargarse el sistema despótico que gobernaba su mundo decide convertirse en la guardiana de la naturaleza y la vigilante de que ningún humano se pase y "la líe parda" como los oxidados, ayudada por David, el cual, al parecer, no pertenece a ningún sitio. Así este curioso par se convierte en el nuevo "Circunstancias Especiales", dejando el final abierto a nuevas aventuras.

Además:

En efecto, la historia no acaba aquí, si no que continúa en Extras. Si bien tenemos nueva protagonista, Aya, y nuevo emplazamiento, Japón, Tally y David se dejarán caer por la historia (creo que Shay y algún otro también) y podremos saber si Tally se recupera del sentimiento de culpa que la corroe por la muerte de Zane (vamos, que hay rollo con David cantadito ¬¬ menos mal que el chaval tampoco es que me caiga mal).

Puntuación:

¡Estreno puntuación! (¿Qué os parecen las mariposas de fuego? ¿Cutrecillas o aceptables?) A pesar de que la trama me ha gustado y me ha mantenido en vilo hasta el final, el hecho de que no haya sido el que más me ha gustado de los tres (y lo de Zane, claro, pasar de un personaje genial a esto tiene delito) hace que al final se quede con tres puntitos y medio.